El Gobierno se endurece y advierte que solo aceptará cambios en el Presupuesto que no afecten el plan económico
Pichetto deslizó que su bloque estaría dispuesto a dar respaldo, con condiciones, y su mensaje fue bien recibido en la Casa Rosada. Dan por sentado que el PRO acompañará, pero esperan la reunión de seguimiento parlamentario. Y redoblan la apuesta en la agenda con el giro del proyecto Hojarascas
13 Oct, 2024 01:01 a.m. AR
GuardarPresentacion del Presupuesto 2025 en el Congreso de la Nacion
Mientras los distintos bloques del Congreso y los gobernadores preparan sus respectivas estrategias de cara a una semana donde será clave el debate por el Presupuesto 2025, en la Casa Rosada están envalentonados. Creen que tiene asegurado el apoyo de PRO; y recibieron como ratificación de sus planes una señal positiva de Miguel Pichetto. Mientras tanto, iniciaron conversaciones con la UCR y aceleran los contactos con los jefes provinciales. Aunque por ahora sólo se muestran dispuestos a introducir cambios que no afecten el plan económico de Luis Caputo.
El titular rionegrino del bloque Encuentro Federal votó en contra de los dos vetos de Milei y tomó centralidad con el duro discurso que dio en el más reciente debate en el recinto de Diputados, esta semana. En aquel mensaje, que se hizo viral en redes, había deslizado que el Gobierno “no gana, sino pierde” al vetar una actualización de las erogaciones para la educación superior. Sin embargo, anteayer se mostró dispuesto a tender puentes.
“No soy un opositor salvaje. Hay una gran mayoría que quiere que a la Argentina le vaya bien, que al Gobierno le vaya bien. Estamos en este momento y todavía hay una oportunidad”, dijo en una entrevista con El Destape. Y, por si había dudas, aclaró: “Si quieren consolidarse, estamos dispuestos a avanzar con la ley más importante, que es la ley de Presupuesto”.
Aunque marcó algunos reparos -volvió a pedir que vaya Luis Caputo y reclamó mejorar los fondos universitarios-, en el Gobierno se mostraron confiados: “No nos sorprende que apoyen, sobre todo Pichetto. Su bloque tiene una cuestión institucionalista fuerte”, le concedieron. Y no descartaron convocarlo en la Casa Rosada en los primeros días de esta semana.
En esa bancada no dijeron si están conversando con el Gobierno. Pero si fueran invitados y aceptaran asistir, sería la primera vez en largos meses que el jefe de ese bloque visita Balcarce 50. Si bien en privado Pichetto no perdió el contacto con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos y, menos, con Santiago Caputo, nunca fue al encuentro de “seguimiento parlamentario” que se hace los lunes con el MID del libertario Oscar Zago, Cristian Ritondo, de PRO y funcionarios de la Jefatura de Gabinete.
El jefe de gabinete del Gobierno de Javier Milei, Guillermo Francos. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni
Si bien acaban de lograr una mayoría de 85 diputados en la sesión del miércoles con ayuda de Mauricio Macri, para tratar el Presupuesto necesitan 129, y los bloques no kirchneristas serán clave.
En el debate que se retomará el martes a las 17 en la comisión de Presupuesto y Hacienda, además de los argumentos económicos centrados en la defensa del déficit fiscal, desde el punto de vista político el Gobierno intentará, una vez más, victimizarse. “En caso de no tener Presupuesto, sería la primera vez en la historia que pasa que obligan a prorrogar una prórroga”, explicaron en Balcarce 50. E insistieron en que están abiertos a introducir modificaciones siempre que las cuentas finales se respeten.
No casualmente, decidieron enviar en lugar del titular de Economía, Luis Caputo, que se resiste a dar explicaciones personalmente, a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, espada de la retórica del Gobierno.
Además, Francos irá a exponer al Senado -la fecha aún no está decidida- y muy probablemente en las consultas los senadores aborden, por adelantado, el tema del Presupuesto. Ayer, el ministro coordinador hizo un fuerte reconocimiento a PRO y a Mauricio Macri, y dijo que habla seguido con Ritondo. Pero también le hizo un guiño a la UCR: “Yo reconozco, y lo digo con absoluta claridad, que podemos tener diferencias con el PRO, y hemos tenido diferencias con el radicalismo, con el tema de de la Ley de de Financiamiento Universitario, pero muchos de ellos nos han ayudado para la aprobación de la ley, yo diría que la gran mayoría”, dijo.
Mientras tanto, sus principales colaboradores se encargan de recibir a gobernadores. Esta semana, apenas después de la ratificación del veto sobre fondos universitarios, el vicejefe del Interor, Lisandro Catalán, recibió, por separado, al catamarqueño peronista “dialogusita”, Raúl Jalil, y al neuquino de PRO, Rolando Figueroa. Para el debate que se viene, los jefes provinciales advierten que buscarán hacerse oír, en Diputados pero también en el Senado. Sobre todo después del fuerte malestar que sintieron cuando escucharon el discurso de presentación de la ley de Presupuesto, donde Milei dijo que iba a recortarles fondos por USD 60 mil millones (un número que fue aclarado por Francos en una reunión inmediatamente posterior).Sturzenegger avanzó finalmente con la postergada ley de Hojarascas
En paralelo, Milei acaba de mandar la ley Hojarascas, ideada por su ministro “coloso”, Federico Sturzenegger: una manera de redoblar la apuesta con una iniciativa propia sobre la que habría cierto consenso (aunque los legisladores se atajan y dicen que tienen que leer el proyecto para emitir opinión).
Mientras se confían con la posibilidad de juntar adeptos, en el Gobierno miran de reojo el plan que empezaron a pergeñar los sectores más duros de la oposición -incluso enfrentados entre sí, como el kirchnersmo, y la Coalición Cívica- para avanzar con una modificación de la ley 26.122, que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). Como publicó Infobae, la oposición más distante se siente de manos atadas ante los frenos a sus iniciativas (por la vía de los vetos) y buscarían, al menos, dificultar sus chances de gobernar por decreto. La movida está verde. Pero si avanzara, Milei, que asumió con una débil minoría en el Parlamento, perdería margen de maniobra.
En su entorno no se muestran preocupados, pero advierten que esos partidos, a pesar de sus mutuas desavenencias, perdieron el temor a votar juntos por causas que consideran ideológicamente aceptables. No obstante, mientras miden el grado de intención, señalan a su favor que no sería una jugada “por sí o por no”, como en el caso de los vetos. Y apuestan a que les dificulte ponerse de acuerdo sobre la elección de una sola de las varias iniciativas que presentaron en ese sentido las distintas fuerzas. “Ver para creer”, resumen.